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Psicoeducación, adaptación, mayor autonomía y educar en positivo

26/03/2020
Padres e hija jugando juntos

Muchas de las iniciativas frente al coronavirus están destinadas a los más pequeños de la casa. La profesora de Psicología Ana Jiménez-Perianes, experta en niños y adolescentes, nos recuerda algunas pautas y la evolución que estas pueden tener.

La primera se basó en entender qué era el COVID-19 y cómo explicárselo, la fase de psicoeducación. Es muy importante cómo se hace llegar esta información a los niños pequeños para que puedan entender, de la manera más sencilla y sin generarles miedos, la situación.

Una de las técnicas de intervención que se realizan con niños es modificar algo que les de miedo en algo que sea divertido. Por ejemplo, un niño puede imaginar un virus de manera terrorífica, pero, si comienzo a dibujar sobre él cosas divertidas, ese miedo descaerá. Puedo disfrazarme de soldado o superhéroe para luchar, o utilizar el agua y el jabón como poción mágica. ¡Vamos a enfrentarnos jugando! Hay que normalizar la situación.

Resuelta la primera parte de entender qué es y cómo debemos combatirlo, sin informar constantemente del tema, ahora toca adaptarnos dentro de casa, o, ¿del castillo? O para algunos, mazmorras…

Se establecerán unas rutinas, en la medida de lo posible, dependiendo de la edad y el número de los pequeños, pues la rutina se puede ver alterada y puede generar más estrés en los padres. Por ello, habrá que adecuarse a las circunstancias y será más importante el hacer determinadas tareas que el orden estricto de las mismas, ya que también es relevante el adaptarnos a las circunstancias con el mínimo de ansiedad posible. Hay padres que se pueden agobiar más por no cumplir con esas rutinas. Es importante hacerlo, pero sin perecer. La fortaleza tiene que estar bien protegida y los soldados son fundamentales.

Al igual que para los padres, para los niños como para los adolescentes se deben de flexibilizar ciertas normas dentro de casa, ya que estamos en una situación especial. ¡Miremos desde su perspectiva!

Es también un buen momento para comenzar a potenciar la autonomía de los pequeños, así como aumentar su implicación en las tareas de casa, siempre a modo de juego y con refuerzo positivo. ¡Vamos a quitar las pinzas azules de la ropa!

A veces, pueden surgir rabietas, emociones intensas o desbordadas, o conductas disruptivas. Aquí es donde tenemos que sacar nuestro superpoder de paciencia, recoger su malestar y darles apoyo. No es momento de hacer uso de frases de tipo autoritario: ¡es lo que hay!, ¡te aguantas!; es momento de educar en positivo, abrazarle y cambiar nuestro discurso: “es normal que te sientas así, es un rollo estar en casa, pero podemos hacer muchas cosas distintas que no hacíamos antes” o hacer actividades que ya hacíamos, pero de diferente manera.

Debemos sacar nuestra creatividad, la de internet o, en algunos casos, la de la familia. Y para eso, también será importante mantener el contacto con llamadas, videollamadas, mensajes o, incluso, mandando emoticonos. ¡Hay que ver cómo están los habitantes de otros “castillos” y tener contacto con ellos!

Otras veces, podemos encontrar adolescentes en los ‘torreones’, cuya gestión emocional también es importante. Habrá momentos que estén en familia, pero también necesitarán su independencia y habrá que aceptar y respetar ese momento de privacidad. Ya sea para estar solos o para contactar con sus amigos, dentro de unos límites establecidos de tiempo.

Asimismo, es un buen momento para compartir y comprender actividades que realicen nuestros hijos adolescentes: un tipo de música, películas, series o videojuegos.

Ellos pueden hacerse responsable de ciertas actividades en casa en estos días: el desarrollar una tabla de ejercicios, cocinar, buscar algunos hobbies que hagan partícipe a toda la familia o, en un momento dado, sea el responsable de sacar al perro cumpliendo las normas estipuladas para ello. Sin duda, su forma de gestionar la situación es diferente, pero también saben la importancia de su colaboración en estos momentos, además de la capacidad que tienen para llegar a la gente. Tienen un potencial increíble, que pueden conseguir y lograr lo que se propongan.

Por ello, la profesora Jiménez-Perianes nos propone un reto viral: ¡Tenemos que seguir la lucha!, ¡Tenemos que conseguir que vuestros amig@s y otros chic@s continúen cómo hasta ahora! ¿Cómo sería la mejor forma? ¿Será la tuya? La profesora Jiménez-Perianes nos invita a compartir cada iniciativa en el correo [email protected]  ¡Sorpréndenos!

Palabras clave Psicoeducación iniciativas niños adaptación adolescentes autonomía positividad