El éxito en la defensa frente a las infecciones está condicionado por nuestra capacidad inicial de respuesta frente a las mismas. Buena parte de la defensa frente a infecciones está determinada por nuestra primera línea de defensa, la inmunidad innata. Prácticamente todas las células de nuestro cuerpo o de cualquier organismo vivo tienen mecanismos propios de defensa que participan en la inmunidad innata frente a las infecciones.
En un reciente trabajo publicado en la revista Vaccines, el grupo de Virología e Inmunidad innata formado por Sergio Rius Rocabert y Estanislao Nistal Villán de la Sección de Microbiología de la Facultad de Farmacia y que realizan parte de su trabajo en el IMMA, junto al equipo del Dr. Ramsés Reina del Grupo de Sanidad Animal del Instituto de Agrobiotecnología del CSIC en Pamplona, exploran el uso de un virus denominado virus de Sendai como estímulo inmunológico frente a infecciones por virus patogénicos. https://www.mdpi.com/2076-393X/8/2/206
El virus Sendai (SeV) es un paramixovirus respiratorio en ratones que ha sido reconocido como un potente inductor de respuestas inmunes innatas en varias especies, incluidos humanos. El virus de Sendai en este estudio es usado para estimular la actividad inmune en células de otro animal, en este caso de ovejas, al cual el virus no causa ninguna patología. Dicha estimulación permite que, sin llegar a matar a las células ovinas infectadas por el virus de Sendai, éstas se vuelvan refractarias a una infección posterior por lentivirus, como lentivirus de pequeños rumiantes (LVPR) o una versión adaptada del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
En dicho estudio se puede observar cómo el virus de Sendai estimula la respuesta antiviral infectando virtualmente a todas las células de un cultivo de macrófagos de una forma no productiva, esto es, sin producción de nuevos virus y sin llegar a matar a estas células. Los macrófagos son una de las principales células que median la estimulación de la respuesta inmune adaptativa mediante la presentación de fragmentos de proteínas en su superficie. Dicha presentación puede estimular a algunos linfocitos y estimular de esta forma la denominada respuesta inmune adaptativa, con una capacidad de memoria a largo plazo y más específica frente a patógenos concretos. Esta característica del virus de Sendai de llegar a gran número de macrófagos podría usarse para diseñar virus recombinantes con capacidad vacunal, que expresen proteínas de otros microorganismos y de esta manera inducir la inmunidad adaptativa en el paciente.
Por otro lado, en este trabajo se prueba que la activación de la respuesta inmune innata mediante un virus no patogénico interfiere en la infección de otro virus patogénico. El uso de estímulos virales, especialmente aquellos que provienen de virus atenuados o no adaptados a una especie, es una de las estrategias que pueden utilizarse en la prevención de algunas infecciones mediante el estímulo de lo que se denomina inmunidad entrenada. La inmunidad entrenada implica que un primer estímulo en la respuesta inmune innata activa un proceso de apertura en la lectura de ciertos genes inflamatorios. Esta apertura se mantiene en el tiempo (memoria epigenética) y determina que tengamos una mayor respuesta frente a algunos estímulos que vuelvan a activar la inmunidad innata y condicionar la respuesta frente a una nueva infección.
Esta memoria epigenética podría ser utilizada por ejemplo para conseguir una estimulación inmunológica inespecífica que, aunque no proteja completamente frente a algunos virus, incremente la expresión de ciertos genes antivirales y proinflamatorios que puede ser suficiente para prevenir una infección grave. Esta estrategia se está considerando actualmente como una posibilidad para prevenir infecciones graves por SARS-CoV2 mediante la vacunación con microorganismos atenuados como la vacuna BCG (Bacillus Calmette-Guerin), una versión atenuada de Mycobacterium bovis usada como vacuna frente a la tuberculosis, o virus atenuados como el de la vacuna frente al virus de la fiebre amarilla.
El uso de algunos virus no adaptados a la especie humana y no patogénicos como inductores de la defensa frente a virus patogénicos puede ser una vía por explorar para estimular el sistema inmune en situaciones pandémicas como la vivida en estos momentos.