Investigadores del grupo NEUROFAN,
dedicado a neurofarmacología de las adicciones y trastornos degenerativos, han
llevado a cabo con éxito la identificación de un nuevo biomarcador del
trastorno por abuso de cocaína y, más concretamente, de la abstinencia de esta
droga. “Se han detectado niveles elevados
de midkina en pacientes con abstinencia temprana de cocaína que luego van
decreciendo según se prolonga el tiempo sin consumir”, precisa el profesor Gonzalo
Herradón. En este sentido, los autores destacan: “es posible proponer la potenciación farmacológica de los efectos de
midkina como estrategia terapéutica futura para el tratamiento del trastorno
por abuso de cocaína y la prevención de recaídas en su consumo, lo que además
podría hacerse extensivo a otras drogas de abuso”.
El
trabajo ha sido publicado en la revista Adicciones y constituye el paso de modelos animales
a pacientes de los descubrimientos previos del grupo con midkina, una proteína
que regula los efectos de distintas drogas de abuso como la cocaína o el
alcohol. En 2014, el grupo liderado por el profesor Herradón publicó las
primeras evidencias que demostraban que los ratones carentes de midkina tenían
mayores dificultades para extinguir los efectos reforzadores de la cocaína en
modelos animales relacionados con la conducta de búsqueda de la droga.
Estos
resultados, junto con otras evidencias posteriores, sugieren que midkina se
opone a los efectos adictivos
y neurotóxicos de la cocaína, por lo que su producción podría aumentar en el
cerebro como parte de un mecanismo natural de protección ante los efectos
nocivos de la droga. Esta hipótesis se ha visto apoyada por el reciente trabajo
realizado en colaboración con el Hospital Universitario de Málaga y dirigido
por el profesor Luis
Fernando Alguacil, investigador
del grupo NEUROFAN
y director del Instituto
de Estudios de las Adicciones IEA-CEU.
En
este estudio, los investigadores han medido los niveles plasmáticos de Midkina
en 75 pacientes con trastorno por uso de cocaína en abstinencia y 26 controles.
“Hemos encontrado que los pacientes en
abstinencia temprana exhiben un incremento del 60 % en su concentración
plasmática de midkina con respecto a los controles, una diferencia que tiende a
desaparecer cuando los periodos de abstinencia son más prolongados”,
detalla el profesor Alguacil.
Estos hallazgos, fruto
de varios proyectos de investigación financiados durante la última década por
el Programa
Estatal de I+D+i y el Plan Nacional
Sobre Drogas, sugieren que, en humanos, al igual que ocurre en
modelos animales, niveles altos de midkina podrían desempeñar un papel muy
importante en la limitación de los efectos biológicos de psicoestimulantes como
la cocaína, y abren la posibilidad de que o bien la propia midkina o bien otros
fármacos con efectos biológicos análogos pudieran ser útiles para limitar la
neurotoxicidad asociada al consumo de cocaína y facilitar el proceso de
deshabituación. Sobre esa base, los grupos de investigación NEUROFAN,
PROLIGAR
7 y GESTOBES han colaborado para desarrollar nuevos
compuestos reguladores de la actividad de midkina, que podrían ser el origen
del descubrimiento de nuevos fármacos activos en drogodependencias.