El glioblastoma es uno de
los cánceres más agresivos que existen. Cada año se diagnostican 3-4 casos por
cada 100.000 habitantes, con una supervivencia media que pocas veces supera los
15 meses. La recurrencia tumoral y el mal pronóstico están relacionados con las
células madres cancerosas, que impulsan la resistencia a las terapias
existentes. Dicha resistencia provoca que los tratamientos actuales sigan
siendo todavía muy deficientes, lo que requiere de la implementación de nuevas
estrategias que permitan incrementar la esperanza de vida de los pacientes
afectados.
Un trabajo
recientemente publicado por la revista Cells pone
de manifiesto la posibilidad de usar virus oncolíticos en un grupo de pacientes
con unas alteraciones genéticas muy concretas, una codeleción del gen CDKN2A,
que contiene la información para la síntesis de la proteína p16, uno de los
principales reguladores del control del ciclo celular, junto con el conjunto de
los genes del interferón (IFN) de tipo I, implicados en la defensa frente a
infecciones virales. La investigación, dirigida por el Dr. Ángel Ayuso,
director científico corporativo de Vithas y director gerente de la Fundación
Vithas y el Dr. Estanislao Nistal Villán, investigador de la Sección
de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo,
estudia por primera vez una característica genética presente en aproximadamente
el 50% de los glioblastomas, que determina la capacidad de un tumor de ser
infectado y destruido por un virus oncolítico.
“Esta capacidad está asociada a la
deleción del grupo de genes del interferón de tipo I, involucrados en la
defensa antiviral y que se encuentran muy próximos al gen CDKN2A, cuya deleción
es muy común en muchos tumores. Un adecuado diagnóstico de dicha deleción puede
ser de gran utilidad para el diseño de tratamientos personalizado mediante el
uso de virus en terapia antitumoral”, indica el Dr. Ángel Ayuso.
La
investigación, que ha contado con la colaboración del Dr. Adolfo García-Sastre,
del Departamento de Microbiología de la Icahn School of Medicine at Mount
Sinai, se ha llevado a cabo en el laboratorio de tumores cerebrales del
Instituto de Investigaciones Biosanitarias de la Universidad Francisco de
Vitoria y en el Instituto de Medicina Molecular Aplicada (IMMA) de la
Universidad CEU San Pablo. Para el desarrollo de la misma se han analizado las
secuencias de miles de tumores de glioblastoma disponibles en bases de datos,
así como células tumorales extraídas de pacientes. Además, se ha empleado el
virus de la enfermedad de Newcastle, caracterizado este por su afección a las
aves y la baja patogenicidad en humanos, lo que lo convierte en uno de los
virus candidatos a ser usados en terapia oncolítica.
Virus oncolíticos como herramienta
terapéuticaUn virus oncolítico va a tener
especificidad frente al tumor en la medida que sea capaz de infectar la célula
tumoral, amplificarse, destruir la célula infectada y estimular la respuesta
inmune del paciente frente a al tumor. Sin embargo, la alta heterogeneidad de
este tipo de tumores puede generar reacciones diversas frente al tratamiento.
Los resultados obtenidos en el estudio
indican que no solamente el análisis de la pérdida del gen CDKN2A, sino también
la deleción del conjunto de los genes de IFN de tipo I, muy próximos a CDKN2A,
permitiría identificar pacientes que podrían beneficiarse de terapias con virus
oncolíticos, lo cual, junto con las terapias convencionales, podría ayudar a
aumentar la supervivencia y reducir la recurrencia en esta enfermedad. “Este
estudio abre nuevas posibilidades tanto en el diagnóstico como en el
tratamiento, no solo del glioblastoma, sino de otros tumores humanos con
características similares y supone un impulso en la comprensión de la
inmunología tumoral”, afirma el Dr. Ángel Ayuso.
El desarrollo de virus oncolíticos
recombinantes permite modificaciones en su genoma que modifiquen por ejemplo su
inmunogenicidad o su capacidad de replicarse en células tumorales, incluso en
aquellas con capacidad de inducir una respuesta frente a la infección por un
virus oncolítico. “En el estudio que presentamos analizamos la
posibilidad de utilizar un virus NDV que codifique la proteína NS1 del virus de
la gripe, con capacidad de bloquear el sistema del interferón. En aquellos
tumores que no hayan perdido los genes del IFN de tipo I, un virus oncolítico
como NDV-NS1 lograría replicarse y destruir un tumor en comparación con el
virus NDV parental”, señala el Dr. Estanislao Nistal.
“Potenciar la investigación básica, así
como la aplicada, debe de ser un objetivo en nuestro sistema educativo. La
formación de una nueva generación de virólogos que estudien las
características, tanto de los tumores como de los virus oncolíticos que se
pudieran utilizar para su tratamiento frente al cáncer, va a permitir a nuestro
sistema sanitario y de desarrollo biotecnológico afrontar el futuro con mejores
herramientas que proporcionen una alternativa para diversificar la
investigación y la industria biotecnológica de nuestro país”, asegura el Dr. Adolfo García-Sastre.