Un estudio de investigadores españoles
ha identificado un tipo de vidrio y una arcilla que tienen una potente actividad viricida. Se trata de
materiales inorgánicos de bajo coste que pueden servir para descontaminar
superficies, líquidos y aires que contengan partículas virales. Estos dos
materiales reducen la infectividad viral más del 99% en 10 minutos de contacto
y han sido probados con los virus de la covid-19,
de la gripe, del herpes simple y con adenovirus. También son eficaces contra bacterias y hongos.
Estos materiales podrían ser utilizados como eficaces desinfectantes
antivirales y en el futuro podrían servir para desarrollar medicamentos
antivirales con baja o nula toxicidad.
Los resultados, publicados en Materials Today Bio (MTBio), son
fruto de la colaboración de investigadores del Centro de Investigación en
Nanomateriales y Nanotecnología (CINN, CSIC-Universidad de Oviedo-Principado de
Asturias) y de la Universidad CEU San Pablo. También han participado
investigadores del CISA-CSIC, del CIMA (Universidad de Navarra), y de la
Universidad Complutense de Madrid.
Los investigadores han descrito la notable actividad antiviral de dos
tipos de materiales inorgánicos: un novedoso vidrio sodocálcico y una arcilla,
denominada caolín, que contiene nanopartículas de plata o de óxido de cobre,
que logran desactivar la infectividad del virus. Al entrar en contacto con los
virus, estos materiales provocan una reacción físico-química que inhibe el
crecimiento de estos patógenos. El
mecanismo de actuación está directamente vinculado con las propiedades del
material, que induce la agregación del virus en el caso del vidrio o la adsorción
en el caso de los materiales basados en caolín, así como de los iones liberados
al medio.
“Estos materiales son capaces de inhibir significativamente el
crecimiento microbiológico, tanto de origen bacteriano, como fúngico o vírico,
y son perfectamente compatibles con los seres vivos y el medioambiente”, según
detalla Belén Cabal, investigadora
del CINN. Además, “poseen otras importantes ventajas, como son su alta
estabilidad y bajo coste, lo que los convierte en materiales excepcionalmente
apropiados para la prevención y el control de enfermedades, tanto de origen
bacteriano como vírico”, indica Cabal.
“Las fuertes propiedades antivirales de estos materiales son capaces de
reducir la infectividad viral más del 99% en 10 minutos de contacto de estos
materiales. La potente actividad viricida se ha probado en virus con
características fisicoquímicas muy distintas, como el virus estomatítico
vesicular, de la misma familia que el virus de la rabia, el virus del herpes
simple (HSV-1), los adenovirus, el virus de la gripe o el SARS-CoV-2, causante
de la pandemia actual”, detalla Estanislao Nistal Villán, investigador de la
Universidad CEU San Pablo.
La utilización de estos
materiales para eliminar virus del agua o su aplicación en filtros de aire
podrían servir para prevenir infecciones endémicas, tanto en animales de granja
como en personas. También se puede usar como antivirales desinfectantes en las
amenazas pandémicas actuales o futuras.