El grupo de investigación Nutrigenómica y programación fetal - NUTRIPRO liderado por Carlos Bocos, catedrático de Bioquímica y
Biología Molecular de la Facultad de Farmacia, acaba de publicar en la revista Foods un artículo donde se demuestra que
la ingesta de fructosa durante el
embarazo no sólo provoca hipertrofia cardíaca en las descendientes, sino que este efecto se
agrava cuando consumen fructosa durante su propia gestación.
La fructosa, un azúcar que se encuentra de forma
natural en frutas y miel, es usado ampliamente en la industria alimentaria,
especialmente en bebidas azucaradas y alimentos procesados. “Dado su menor
índice glucémico, la fructosa podría parecer una opción saludable, si bien en
los últimos años existen cada vez más evidencias científicas que avalan que su
consumo excesivo se asocia con un aumento en la incidencia de enfermedades
metabólicas como la obesidad, el síndrome metabólico y trastornos
cardiovasculares”, explica el Dr. Carlos Bocos.
Uno de los
efectos adversos del consumo elevado de fructosa es la hipertrofia cardíaca, un agrandamiento anormal del corazón
que puede ser el primer indicio de afecciones graves como la insuficiencia
cardíaca. “Aunque inicialmente la hipertrofia puede ser una respuesta
natural al aumento de la presión arterial o del volumen sanguíneo, su
persistencia a largo plazo se convierte en un factor de riesgo importante para
la salud cardiovascular. Es más, la ingesta de fructosa durante el embarazo
también se ha visto que puede causar hipertrofia en el corazón materno”,
relata el Dr. Carlos Bocos.
Investigaciones
previas realizadas por el grupo de investigación NUTRIPRO demostraron que la
ingesta materna de fructosa tiene efectos perjudiciales en los fetos, que
persisten en la edad adulta y empeoran con la reexposición a la fructosa.
Además, se observó que el consumo materno de fructosa produce cambios en la
progenie hembra que alteran su propio embarazo. A pesar de estos hallazgos,
actualmente no se desaconseja la ingesta de fructosa durante el embarazo.
Por todo ello,
dado que la hipertrofia cardíaca es un marcador pronóstico de enfermedad e
insuficiencia cardíacas, este estudio tuvo como objetivo determinar si los
cambios metabólicos que ocurren durante el embarazo en la progenie hembra de
madres alimentadas con fructosa podrían provocar un corazón hipertrófico.
“Se observó
que el embarazo por sí solo fue suficiente para inducir hipertrofia cardíaca en
las hijas procedentes de madres que consumieron fructosa durante la gestación,
fenómeno que estaba vinculado a la activación de proteínas sensibles a hipoxia y al aumento de la osmolalidad celular. En este sentido, nuestro
estudio revela hallazgos importantes sobre los efectos intergeneracionales del
consumo de fructosa durante el embarazo, destacando cómo la programación fetal puede tener consecuencias a largo plazo
en la salud cardiovascular de la descendencia”, precisa el Dr. Bocos.
Además, las
descendientes de madres que consumieron fructosa durante la gestación
experimentaron efectos negativos más pronunciados tras consumir fructosa
durante su propio embarazo. Entre estos efectos, destacaron una situación de estrés oxidativo, una menor protección por parte del
aminoácido glutamina y una disminución de la autofagia.
En conclusión,
la ingesta materna de fructosa induce cambios en la descendencia hembra que
alteran su propio embarazo, lo que promueve el desarrollo de hipertrofia
cardíaca, que se hace aún más acusado con la ingesta de fructosa. Este estudio subraya la importancia de limitar el
consumo de alimentos y bebidas ricos en fructosa, especialmente durante el embarazo, con el fin de proteger, no
solamente la salud de la madre sino también la del feto, lo que garantiza el
bienestar cardiovascular de las futuras generaciones.
El profesor
Carlos Bocos lidera el grupo de investigación NUTRIPRO, formado por las profesoras e investigadoras María Isabel Panadero,
Paola Otero, Elena Fauste y dos alumnas de doctorado, Cristina Donis y Madelín
Pérez-Armas.
Más información: Donis, C., Fauste, E.,
Pérez-Armas, M., Otero, P., Panadero, M.I., Bocos, C. (2024). Cardiac Hypertrophy
in Pregnant Rats, Descendants of Fructose-Fed Mothers, an Effect That Worsens
with Fructose Supplementation. Foods, 13(29), 2944.
https://doi.org/10.3390/foods13182944