El estado nutricional de los adultos
españoles con enfermedad celíaca,
que siguen una dieta sin gluten a largo plazo, es similar al de los no
celíacos. Es lo que se desprende de un estudio desarrollado por los grupos de
investigación CEU-NutriFOOD y Nutrition4lifeCEU. La investigación,
realizada por Catalina Ballestero-Fernández,
Gregorio Varela-Moreiras, Natalia Úbeda y Elena
Alonso-Aperte, demuestra que las personas celíacas que siguen dietas
sin gluten consiguen asemejar su dieta a la de personas que no padecen la
enfermedad, a pesar de tener que excluir un gran número de alimentos con esta
proteína. Aun así, explican: “las personas adultas con enfermedad celíaca
siguen una dieta alta en lípidos, alta en proteínas y baja en carbohidratos, de
forma análoga en la población general española”.
Hasta
el momento, diferentes estudios han descrito ingestas insuficientes de fibra e
hidratos de carbono en la dieta sin gluten debido a la exclusión de cereales
naturalmente ricos en fibra y a la incorporación de productos comerciales sin
gluten. En esta investigación, en la que las personas celíacas llevaban más de
un año siguiendo una dieta sin gluten, “se observa que los alimentos con
gluten fueron sustituidos en mayor medida por otros alimentos como legumbres,
verduras, frutas y frutos secos, especialmente en el caso de los hombres
celiacos. Además, la ingesta de fibra resultó superior a la del grupo control
y, por tanto, los celiacos se encuentran más cerca de cumplir con las
recomendaciones para este nutriente”, detallan los autores.
Los
autores realizaron una valoración completa del estado nutricional de 64 hombres
y mujeres celíacos y lo compararon con sujetos sanos. “Los valores de
parámetros sanguíneos se encontraban dentro de los valores de referencia, lo
que claramente manifiesta un buen estado de salud general en los celíacos,
similar a la población sana con la que comparamos”, señalan los autores.
Sin
embargo, a pesar de las mejoras en la dieta de los pacientes celíacos, siguen
persistiendo deficiencias, algunas de las cuales son frecuentes también en
personas sanas. “Destaca un escaso aporte a través de la dieta de folatos,
vitamina E, yodo, calcio, zinc y magnesio. La ingesta de hierro fue
especialmente deficitaria en las mujeres celíacas. Sin embargo, resultó
dramáticamente baja y preocupante la ingesta de vitamina D, que no llega a
cubrir el 30% de la ingesta recomendada”, detallan los investigadores.
En
el estudio antropométrico, el grupo de mujeres celíacas presentó más grasa
corporal que el grupo control y en la medida de la densidad mineral ósea se
observó que eran más propensas a sufrir osteopenia y osteoporosis, lo que no
sucedía en el grupo de hombres. Debido a estas deficiencias, los investigadores
proponen que la atención a estos pacientes incluya seguimiento de nutrientes
estratégicos y plantean la posibilidad de mejorar la calidad nutricional de los
productos sin gluten.
El
estudio ha sido desarrollado por investigadores de los grupos CEU-NutriFOOD y
Nutrition4lifeCEU y forma parte de la Tesis Doctoral de Catalina Ballesteros.
Se ha publicado en la revista Nutrients.
Más información: https://doi.org/10.3390/nu13051626