Ya
estamos en pleno verano y, como todos los años, vienen días en los que las
temperaturas son muy elevadas. El profesor del Grado en Psicología, Fernando Miralles explica que la mayoría de
las personas sienten cansancio y apatía durante estas fechas de notable calor.
No obstante, hay otras personas denominadas meteorosensibles que, además de agotamiento
y desgana, pueden llegar a sentirse malhumoradas.
El doctor Miralles apunta que
estos síntomas negativos se ven agravados cuando, además del excesivo calor,
existe humedad y viento caliente, pues en plena ola de calor, las condiciones
climatológicas pueden aumentar los efectos negativos en la conducta de las
personas. “Esto se ve reflejado en una mayor falta de atención, un carácter
más impaciente e impulsivo y mal humor”, subraya el psicólogo.
Las fuertes olas de calor
provocan que las personas sufran vasodilatación, sudoración abundante, pérdida
de líquidos y electrolitos a través de la piel, falta de sueño y, en algunas
ocasiones, casi nulo descanso. Sin embargo, al haber más horas de luz, cuando
el calor es limitado y las condiciones atmosféricas no son adversas, el verano es
la época del año en la que nuestro estado de ánimo positivo aumenta y nos volvemos
más extrovertidos y tolerantes. Según explica el doctor Miralles, “las
personas meteorosensibles pueden sentirse en otoño e invierno deprimidas por la
falta de luz, mientras que en primavera y verano se encuentran más activas y
alegres”, señala el profesor de la CEU USP.
De esta forma, apunta el
doctor: “podemos comprobar cómo al salir de trabajar en verano y tener luz
del día, la sensación de alegría aumenta. En el invierno ocurre lo contrario,
cuando entramos o salimos de trabajar y no hay luz solar, las personas se
sienten menos activas y alegres”.
Además, comenta el profesor
Miralles, este año se puede observar cómo las personas meteorosensibles pueden
llegar a sufrir estos cambios negativos en su conducta de manera más acentuada,
ya que casi toda la población está con niveles más elevados de ansiedad debido
a los efectos que está haciendo en la población la pandemia que estamos
sufriendo.
“Este verano, las personas
meteorosensibles deberían tener más cuidado con los efectos negativos que ocasionan
las altas temperaturas, cuidarse más y, si lo ven necesario, acudir a un centro
de Psicología Clínica, donde les enseñarán técnicas para disminuir la ansiedad
y ser más conscientes de sus cambios conductuales”,
explica el especialista.
Para combatir estos
problemas, el profesor Miralles aconseja comer alimentos con pocas calorías, no
ingerir alcohol, descansar más horas de las normales (en especial en las horas
de más calor) y echarse la siesta, reducir drásticamente la actividad física,
usar ropas ligeras y, sobre todo, no exponerse directamente al sol y beber
muchos líquidos.