El Grupo de Biotecnología de la interacción Planta-Microbioma de la
Facultad de Farmacia dirigido por el catedrático Francisco
Javier Gutiérrez-Mañero ha
publicado recientemente en la revista Plants un
artículo en el que demuestra que las vacunas para plantas son efectivas y más
sostenibles que los pesticidas; lo que puede tener importantes aplicaciones en
la producción agroalimentaria en la lucha contra infecciones y plagas. En
concreto, han demostrado “la capacidad de ciertas bacterias que viven en las
raíces de las plantas para alertar su sistema inmunitario y poder defenderse en
mejores condiciones ante el ataque de patógenos”, según explica uno de los
autores de la investigación, el Dr, José Antonio
Lucas. En el estudio firman también la investigadora Helena Martín Rivilla
y los profesores Ana García Villaraco y Beatriz Ramos
Solano.
Uno de los mayores problemas a
los que se enfrenta la agricultura actual para poder proporcionar alimentos a
la población mundial son las plagas e infecciones. “La biotecnología vegetal
puede contribuir a paliar esta situación produciendo vacunas para que sea el
propio sistema inmunitario de la planta el que luche contra las plagas”,
según explica el profesor José Antonio Lucas. “El sistema inmunitario innato
de las plantas es capaz de establecer respuestas inmunes que son altamente
específicas, con autorreactividad restringida y que, a menudo, generan una
memoria de por vida contra los patógenos que la atacan”, detalla.
Durante el siglo XX, la
industria agroalimentaria se centró en aumentar el rendimiento de los cultivos
y en enfrentarse a las plagas mediante el uso de fertilizantes y fitosanitarios
muy perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Sin embargo, en el siglo XXI
ha ido creciendo una conciencia sobre la seguridad alimentaria y la calidad de
los alimentos, así como una conciencia socioeconómica y ambiental que persigue
un desarrollo sostenible.
En esta línea se enmarca el
trabajo del grupo publicado en la revista Plants; un estudio que forma
parte de una tesis doctoral. “En dicho trabajo, hemos demostrado la
capacidad de ciertas bacterias que viven en las raíces de las plantas para
alertar al sistema inmunitario de las plantas y poder defenderse en mejores
condiciones ante el ataque de patógenos”, afirman los autores. El
fundamento usado es el mismo para la generación de vacunas humanas: ponen en
guardia las defensas para que cuando llegue el patógeno la respuesta sea mucho
más rápida y efectiva.
“El sistema inmunitario
de las plantas carece de anticuerpos y células circulantes como en los
vertebrados; pero dispone de mecanismo altamente sofisticados, precisos y
eficaces con los que se defienden y sobreviven en condiciones de vida muy
complicadas, derivadas de la necesidad de tener que enfrentarse a situaciones
de estrés sin poder moverse”, explica el profesor Lucas. Los investigadores
han demostrado qué mecanismos utilizan las bacterias para fortalecer el sistema
inmune de las plantas, y qué rutas metabólicas usan para poner en marcha todas
sus armas defensivas, basadas fundamentalmente en la activación de las dos vías
principales de defensa medidas por dos hormonas vegetales muy importantes: el
ácido salicílico y el ácido jasmónico.