La
Universidad ha celebrado el solemne
acto de apertura del curso académico 2022-2023, en el que
se cumplen 30 años de la Ley de reconocimiento de la Universidad CEU San Pablo
y el 90 aniversario de la fundación del CEU. Este encuentro ha dado comienzo
con una misa oficiada por Fidel Herráez,
arzobispo emérito de Burgos y consiliario nacional de la Asociación Católica de
Propagandistas. A continuación, la vicerrectora de Relaciones Institucionales y
secretaria general, María Bellido, ha
presentado la memoria correspondiente al curso académico 2021-2022.
En
su intervención, la rectora, Rosa Visiedo,
ha recordado que son las personas las que constituyen y nos permiten ser una
comunidad de acompañamiento y aprendizaje, una reunión entre los que quieren
aprender y los que están dispuestos a enseñar. “En un tiempo en el que el
cambio es constante, nuestra renovación tecnológica o metodológica debe
respetar todas las dimensiones de la formación humana integral, debe proteger
aquello que es esencial y permanente, convirtiéndonos en un espacio para el
crecimiento intelectual y moral de los miembros de nuestra comunidad,
especialmente de nuestros estudiantes, en diálogo constante con los retos de la
sociedad contemporánea”, ha explicado. En esta línea, Visiedo ha subrayado
que “la formación universitaria debe estar inspirada en la competencia
científica y profesional, pero esta resulta incompleta, inacabada, si no va
acompañada de la formación humana necesaria para utilizar ese conocimiento con
responsabilidad”.
En su
discurso, la rectora ha incidido en la idea de buscar la excelencia con alma, pues
“no podemos olvidar que son las personas las que nos permiten cumplir
nuestra misión, las que constituyen el corazón de nuestra institución, de
nuestra Universidad CEU San Pablo, las que trasladan a la acción la misión que
nos infunde nuestra alma”. En este sentido, ha señalado que “es precisamente
nuestra alma lo que nos hace excelentes, esa llama que da vida, identidad y
personalidad a nuestra institución. Y es nuestra alma la fuerza que nos mueve,
el espíritu que alienta nuestra misión, la energía que nos anima a mantener y
acrecentar el legado de nuestros fundadores”.
Por
su parte, Eva J. Rodríguez Romero,
catedrática de la Escuela Politécnica Superior, ha impartido la lección
magistral titulada ‘Miradas a Madrid: impresiones
de una silueta’. Para introducir el tema, la profesora ha comentado
que los dos campus de la Universidad están en el lado oeste de la capital, “en
lo que urbanistas, arquitectos e historiadores llaman la Cornisa de Madrid”.
Durante su discurso se ha remontado a los orígenes del paisajismo y de cómo en estos
años surgen dos ideas principales que perviven a partir del pensamiento
ilustrado: la condición de que la naturaleza no puede ser descrita como algo
ajeno a la sociedad humana (la huella del hombre es visible en la tierra) y el
desarrollo de una consideración estética de la naturaleza.
Rodríguez
Romero ha analizado el significado del término paisaje, del cual, ha señalado, “no
es directamente el espacio geográfico que nos rodea o en donde nos movemos, el
paisaje existe porque las personas lo observamos; nuestra manera de percibirlo
forma parte de él. El paisaje es el entorno en que los hombres se encuentran a
sí mismos; nombran, perciben y producen paisajes que son la expresión, material
y simbólica, de las estrategias de apropiación de un territorio”.
La
catedrática también ha destacado la importancia del paisajismo al comentar que,
“al igual que asimilamos la arquitectura histórica de nuestras ciudades al
patrimonio, como contenedora de memoria, el paisaje urbano y su contacto con el
paisaje circundante, los espacios abiertos y las vistas deben ser consideradas
también como elementos patrimoniales”.
El
acto de apertura ha contado, además, con la participación del viceconsejero de
Universidades, Ciencia e Innovación de la Comunidad de Madrid, Fidel Rodríguez Batalla. Por su parte, el gran canciller de la Universidad, Alfonso
Bullón de Mendoza, ha sido el encargado de clausurar este acto
académico.