Para conmemorar el 30 Aniversario de la caída del Muro de Berlín, la Universidad ha recibido los testimonios de los embajadores españoles Alonso Álvarez de Toledo y José Cuenca Anaya, que fueron testigos de cómo se orquestaba la caída del Muro, sus causas y sus consecuencias, además de contar también con el análisis de un diplomático de la Unión Europea, Fernando López de Ruego.
El embajador de España en la República Democrática Alemana entre 1985 y 1990, Alonso Álvarez de Toledo, ha querido compartir con los asistentes cómo él, en la noche de la caída del Muro, se encontraba cerca del policía que acabó dando la orden a las personas que se agolpaban en el ‘Check Point Charlie’, para que pudieran pasar al lado oeste. El embajador también ha querido resaltar que “nada anunciaba que fuera a ocurrir algo importante”.
El diplomático de la Unión Europea, Fernando López de Ruego, ha querido seguir en la línea de lo que ya había explicado Álvarez de Toledo, pero expandiendo la visión sobre las causas y las consecuencias de lo que supuso el Muro tanto para Alemania, como para Europa. Así, el diplomático ha destacado cómo las tres causas de su caída fueron: la torpeza de la jerarquía soviética; los aires de democracia que llegaban desde el gobierno de Gorbatchov y la revolución tranquila de los alemanes; y las manifestaciones pacíficas que acarreó.
Para dar una visión desde el otro lado del Muro, el embajador de España en la Unión Soviética desde el año 1987 hasta el año 1993, José Cuenca Anaya, ha compartido anécdotas personales de los numerosos encuentros que tuvo con altos representantes del Gobierno Soviético, y su visión personal sobre las consecuencias de la caída.