El
profesor de Estadística de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales, Miguel Córdoba, ha afirmado que “jugar el
mismo número de la lotería no supone tener más probabilidades de ganar, puesto
que cada sorteo empieza de nuevo el 22 de diciembre de cada año, y sólo hay un
5% de números que reciben algún tipo de premio”. No obstante, señala: “es
una práctica habitual que pasa incluso de padres a hijos”.
El cálculo de Córdoba sobre
las probabilidades que tienen los consumidores de Lotería de adquirir un décimo
premiado aclara que “la expectativa de obtención de uno de los premios
grandes es muy pequeña, y habría que estar jugando el equivalente a 208 vidas
para que por término medio nos pudiera tocar uno de esos tres premios”. Pero
es que, “en cuanto a los premios menores, la situación también es bastante
descorazonadora, ya que se necesitarían 28 años de media para conseguir una
pedrea con ese número, 101 años para que nos tocara una centena y 18 años para
lograr ganar con una terminación”.
En lo que respecta a los
reintegros, el profesor de Estadística de la CEU USP explica que “en este
caso, realmente no estamos ganando nada, pero al darse 9.999 reintegros en cada
sorteo de Navidad, la expectativa temporal media de que a ese número al que
jugamos habitualmente le corresponda un reintegro sería de 5 años, lo que
significaría que perderíamos lo jugado en nueve de cada diez sorteos”.
Córdoba indica que, “probablemente,
la lotería de Navidad no es buena para jugar siempre al mismo número; sería
mejor utilizar la Lotería del Niño, ya que, entre otras cosas (aparte del 7,82%
de posibilidades de premio contra el 5%) tiene tres reintegros”. Además, apunta
el profesor, “por la estructura de este sorteo, en media se tardarían 10
años en conseguir una terminación de dos cifras y 35 años en conseguir una de
tres cifras, lo cual es claramente mejor que los tiempos comentados para la
lotería de Navidad”. Por último, concluye: “al haber 12 terceros, los
tiempos medios para que ese número permanente al que se juega consiga uno de
los premios altos se reduciría en más del 90%”.
Y es que ya lo decían nuestros
abuelos: “en el Niño toca más”.