“Todos nos hemos vuelto vulnerables.
Los acontecimientos nos han puesto a todos frente a nuestra propia
vulnerabilidad. Vivimos cambios vertiginosos e imprevisibles. Tiempos recios
donde hacen falta hombres y mujeres sólidos y de gran corazón, para que
aquellos que sufren puedan vivir una vida mejor”. Así lo ha aseverado el presidente
de Cáritas España, Manuel Bretón, durante su intervención en el Congreso sobre Vulnerabilidad: 'La vulnerabilidad y la debilidad humana, una mirada interdisciplinar’, organizado por el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala.
Bretón, que ha impartido la
conferencia inaugural titulada ‘Las nuevas formas de vulnerabilidad en
España: brechas y encrucijadas de nuestro modelo social’, recordó la labor
de Cáritas a lo largo de sus 75 años de historia, “caracterizada por estar siempre
con y para las personas que más sufren”. “Seguimos con la apuesta firme
y el objetivo de crear un mundo mejor, de generar una esperanza férrea en
nuestra sociedad, que puede y debe cambiar”, ha explicado.
En este sentido, el presidente de
Cáritas España ha recordado que para lograr estos propósitos son necesarios
‘cuatro pilares del corazón’: “el perdón, para no olvidar nunca que
nuestra humanidad y nosotros mismos cometemos errores; la gratitud, por
todo lo que recibimos; la compasión, para sufrir con los que sufren y
luchar por su bienestar; y la generosidad, centro de nuestra humanidad y
que contribuye a que nuestra vida tenga sentido”.
En su discurso, Manuel Bretón ha
estado acompañado por el director del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala,
Manuel Bustos; el codirector del Congreso y secretario general del
Instituto, Juan Ignacio Grande; y el padre Jesús Robledo, director
de Pastoral y Voluntariado de la Fundación Universitaria San Pablo CEU y viceconsiliario
de la ACdP, quien ha recordado que “cuando la fortaleza y la voluntad nos
vence, inventamos frases o lo tapamos con aplausos y leyes que quieren quitar
del medio la vulnerabilidad y a los más débiles; vivimos en un mundo que
prefiere taparla y no quiere escucharla”. En esta línea, ha recordado la
importancia de reconocer nuestra propia vulnerabilidad, “pues, si no la reconocemos
en nosotros mismos, difícilmente vamos a verla en los demás y no nos vamos a
implicar en la tarea de ayudar a los más vulnerables”.
Este Congreso, celebrado a lo largo de dos jornadas en los
Campus de Montepríncipe y Moncloa, ha abordado la vulnerabilidad y la debilidad
humana en relación con la sociedad, la bioética, la historia y la antropología.
A lo largo de varias mesas redondas se ha analizado la vulnerabilidad de la
mujer, la familia y la infancia; la construcción social; el empleo; y las controversias
bioéticas como la vulnerabilidad embrionaria, la vulnerabilidad vinculada a la discapacidad
y la vulnerabilidad en las personas mayores y enfermas. En línea con este
compromiso con los más débiles y vulnerables, se ha celebrado un Bocata
Solidario en los dos Campus, impulsado por el Área de Pastoral y
Voluntariado de la Universidad.
La decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Comunicación, María Solano, junto con los codirectores del Congreso, Alejandro Rodríguez de la Peña y Juan Ignacio Grande, ha clausurado este
encuentro de reflexión.