El pasado 16 de diciembre se presentó en la sede del Parlamento Europeo en Madrid, el proyecto de Informe sobre el Patrimonio Cultural Gastronómico Europeo: Aspectos Culturales y Educativos. Dicha presentación fue realizada por Miembros del Parlamento Europeo (Jaime Mayor Oreja, Íñigo Méndez de Vigo y Santiago Fisas), de la Real Academia de Gastronomía (Rafael Ansón) y de la Fundación Española de la Nutrición (Gregorio Varela Moreiras), junto con Valentín Fuster y Carlos Sainz. El objetivo principal es la incorporación de los conocimientos de alimentación/nutrición y la cultura de la alimentación/gastronomía a los sistemas educativos de los diferentes países de la UE, al objeto de:
A) Preservar el estado de salud de la población. Una alimentación inadecuada es la principal causa del sobrepeso y la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algún tipo de cáncer, que son las más importantes patologías de las sociedades desarrolladas y conllevan un ingente gasto para la sanidad, tanto pública como privada.
B) Por otro lado, la alimentación y la gastronomía se están mostrando como uno de los principales reclamos en materia de turismo. La interacción turismo/gastronomía/nutrición está teniendo un efecto muy positivo en la promoción turística. Los hábitos alimentarios y culturales de las poblaciones europeas son una rica herencia sociocultural que estamos obligados a transmitir de generación en generación y también aquí, las escuelas, junto con las familias, se muestran como el lugar idóneo para la adquisición de estos conocimientos.
C) Por último, la inclusión de los conocimientos de la alimentación/nutrición/cultura gastronómica en los distintos estados miembros de la UE, que abarcará al conjunto de la sociedad, va a permitir influir en los determinantes sociales de salud, mejorando la equidad sanitaria al mejorar el estado de salud y bienestar de la población.
El día 17 de diciembre fue presentado a la Cámara Europea en Bruselas, quien está tramitando la Propuesta de Resolución. En ella se solicita a los Estados miembros de la UE, la inclusión en los planes de estudio de conocimientos sobre la alimentación y la salud nutricional, ya que no en todos los países estas materias son obligatorias en el currículo escolar.