El doctor
Honoris Causa por la Universidad, el arquitecto Alberto Campo Baeza, ha
revisado los proyectos del Taller Transversal referente a piscinas
naturales en la Hoz del río Júcar (Cuenca), de los alumnos de la Escuela
Politécnica Superior, en la Sesión Crítica de Final de Semestre de Proyectos
Arquitectónicos I. Los estudiantes de segundo curso de Arquitectura le han
mostrado sus proyectos y han escuchado atentamente los comentarios del maestro.
“Hacemos
arquitectura para hacer felices a la gente; para facilitar la vida a los demás;
para que disfruten de los espacios en los que habitan o ejercen sus profesiones”,
ha destacado el arquitecto. En este sentido, Campo Baeza ha señalado que “la
arquitectura es la labor más hermosa del mundo. Somos unos afortunados. Poder
soñar y construir esos sueños”.
Desde
septiembre y tras un trabajo previo de antropometría, el grupo ha trabajado en
Cuenca, a orillas del Júcar, recuperando la zona y diseñando piscinas
naturales. A la vez que Campo Baeza
analizaba las maquetas y los dibujos presentados, hacía referencia a los temas
atemporales de la Arquitectura: la persona como epicentro, el orden y la
jerarquía, la proporción, los límites, el paisaje y la adecuación al lugar, los
materiales, la luz, la gravedad...
Alberto
Campo Baeza es arquitecto y, desde 1986, catedrático de Proyectos en la
Universidad Politécnica de Madrid, en la ETSAM; ha sido profesor en muchas de
las mejores Escuelas de Arquitectura del mundo, como la ETH de Zürich, la EPFL
de Lausanne, o PENN en Philadelphia, entre otras. Actualmente es catedrático emérito
de la UPM, donde continúa dando clases. Asimismo, es académico de número de la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y cuenta con numerosos premios,
entre los que cabe destacar: el Arnold Brunner de la American Academy of Arts
and Letters; la Medalla Tessenov de los alemanes; el Premio Attolini; y el
Piranesi de la Accademia Adrianea de Roma.