La Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Comunicación ha celebrado la Festividad de sus patronos, San Isidoro de
Sevilla y San Francisco de Sales, con una misa oficiada por el padre Isidro
Molina y un Acto Académico inaugurado por su decana, María Solano. A
continuación, Ignacio Blanco, catedrático de Periodismo, ha impartido la
lección magistral titulada: ‘El impacto de la desinformación en la calidad
de la democracia. Posverdad, fake news y otros desórdenes informativos’.
En su discurso, Blanco ha explicado que “un clima
social de posverdad donde triunfan las noticias falsas es una amenaza porque la
democracia es un sistema político que se basa en la existencia de una
ciudadanía libre y bien informada, capaz de tomar decisiones complejas en
contextos políticos polarizados”. En este sentido, ha apuntado el
catedrático, “sin una información veraz, el ciudadano no puede ejercer
plenamente sus derechos civiles, ni participar con garantías en los procesos
políticos. No existe libertad de elección sin información veraz”.
El catedrático de Periodismo ha comentado que todos
los estados democráticos comparten la convicción de que solo con una prensa
robusta, rigurosa e independiente es posible garantizar el derecho a la
información y atenuar la idea de que la mentira es el mensaje. “La
credibilidad no es una cualidad intrínseca de la información, sino una cualidad
atribuida a la información por la persona que la recibe”, ha destacado.
Desde un punto de vista fenomenológico, Blanco ha indicado
que “la información puede ser veraz o no al margen del receptor, pues la
veracidad emana de ella misma, es una cualidad que le pertenece, es patente”.
Sin embargo, ha subrayado, “no podrá ser creíble sin la colaboración del
receptor, pues la credibilidad no es una característica que le pertenezca a la
información, sino que se la atribuye quien la recibe; es latente en la medida
en que es creíble para el receptor”.
Para concluir, el catedrático ha advertido que “si
las sociedades democráticas del siglo XXI van a convivir con la mentira, lo
único que cabe esperar de una ciudadanía adulta y responsable es prepararnos
para defender nuestras democracias”. En este sentido, ha señalado que una
evidencia está fuera de toda duda: “la información rigurosa, contrastada y
verificada es la base para una democracia sólida y consistente”. Para
concluir, Blanco ha recordado que el funcionamiento de la democracia se
fundamenta en la confianza y en el conocimiento de los hechos objetivos y
demostrados. “Sin información verdadera no es posible la libertad, y sin
libertad no es posible la democracia”, ha finalizado.
Asimismo, se han entregado los Premios Extraordinarios Fin de Grado (2021-2022) en Comunicación Audiovisual, Comunicación Digital, Historia, Historia del Arte, Humanidades, Publicidad y Relaciones Públicas, y Periodismo; los Premios de Iniciación a la Investigación ‘San
Isidoro de Sevilla’ XXVI Edición; y los Premios de Iniciación a la Labor Profesional ‘San
Francisco de Sales’ XV Edición.
La rectora de la Universidad, Rosa Visiedo, ha
clausurado el Acto Académico. En su discurso ha destacado que "somos
una universidad con alma, y eso es lo que nos hace excelentes. Esa llama que da
vida e identidad a la institución. Es nuestra alma en el espíritu y la energía
que nos anima a mantener y acrecentar el legado de nuestros fundadores que
dejaremos a los que nos sucedan. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Comunicación es un reflejo que nos lleva a buscar esa alma, una propuesta
educativa fundada en los principios del humanismo cristiano, para ofrecer una
forma de entender la vida, así como el conocimiento y los hábitos intelectuales
que transformarán a nuestros alumnos en adultos sabios y productivos, para dar
lo mejor de sí mismos y servir al bien común".
Asimismo, ha tenido palabras de agradecimiento para
todas las personas que constituyen el corazón de la institución que ayudan en
esta búsqueda de la excelencia, son ellas las que trasladan a la acción la
misión que infunde nuestra alma. "Son las personas las que permiten ser
una comunidad de aprendizaje y trasladar a los estudiantes las competencias
técnicas y las materias humanísticas que nos ayudan a fomentar el pensamiento
crítico y a conformar esa escala de valores tan necesaria que les guiará en sus
futuros pasos".
Por último, ha recalcado: "Una universidad sin
alma es un fuego que antes o después se apaga, mientras que una universidad con
alma, con una misión clara y con corazón, centrada en las personas, es un fuego
que no deja de arder y que puede encender otros fuegos. Por ese motivo- ha
concluido- la hoja de ruta está pensada para encender otros fuegos que nos
permitan avanzar. Con una visión: convertirnos en la mejor institución
educativa de España".