Según el último informe ‘Transformación y crisis de la
institución matrimonial en España’, elaborado por el Observatorio Demográfico CEU (con datos del INE y Eurostat), adscrito al Centro de Estudios,
Formación y Análisis Social (CEU-CEFAS), en torno al 50% de los españoles
jóvenes y de mediana edad no se casaría nunca, y un porcentaje similar de los
matrimonios españoles se acaban divorciando. Un dato que se une
al desplome de la nupcialidad, especialmente por la Iglesia, con solo
un 20% o menos de bodas católicas en la actualidad, respecto al 99% en 1976.
Como se recoge en el informe, la probabilidad teórica
de dejar de permanecer soltero antes de los 50 años ha pasado de cerca del 100%
en 1976, a solo el 43% para los varones y el 47% para las
mujeres en 2019. La inmensa mayoría de los españoles se casaban
antes de los 30 años (85% de los hombres y 90% de las mujeres); frente a una
cifra actual de menos del 20% (el 8% y el 14%, respectivamente, en 2022).
También cabe destacar que la edad media al contraer
el primer matrimonio ha subido en más de 10 años desde 1976 a 2022, siendo
los españoles los europeos que se casan por primera vez a una edad más tardía,
solo superados por los suecos.
La caída en la tasa de bodas por cada mil habitantes,
sumada a la alta divorcialidad, tiene un impacto muy negativo en la tasa de
fecundidad. Los matrimonios, en España y otros países, tienen más hijos que las
parejas de hecho o las madres / padres en solitario.
Otro efecto muy dañino de la baja nupcialidad y la
alta divorcialidad es el gran número de menores afectados por la ruptura
familiar: más del 10% de los bebés que nacen en España se
criarán con un solo progenitor. El número de niños y jóvenes españoles
que se crían sin un progenitor es cercano a 2 millones, y los hogares
monoparentales son ya en torno al 20% de los hogares con hijos) En el 3,6% de
los nacimientos de 2022 no consta padre. En un 5% de ellos, el padre vive en un
municipio distinto al de la madre en la misma provincia, y en un 1,9%, vive en
una provincia distinta a la de la madre. En total, más del 10% de los bebés españoles
no conviven con su padre ya desde su nacimiento, a los que habría que sumar los
casos en los que el padre vive en otro domicilio del mismo municipio, algo de
lo que no hay datos disponibles.
También se ha desplomado el porcentaje de niños que
nacen de madres casadas. Los bebés de madres españolas no casadas fueron el 53%
en 2022, por solo un 2% en 1976.
Finalmente, los matrimonios entre personas del mismo sexo, aunque muy
minoritarios, son un porcentaje creciente del total de bodas, pasando de un 1,6% escaso de las
celebradas en 2007 al 3,4% en 2022. Por sexos, el 3,8% de las mujeres
que se casaron en 2022 lo hicieron con otra mujer, por el 3,2% de los hombres. Esta
mayor cuota matrimonial entre personas del mismo sexo se ha debido, sobre todo,
a que ha aumentado su número entre residentes en España (3.147 en 2007, y 6.214
en 2022), pero también a que hay cada vez menos bodas hombre-mujer (199.160 en
2007 y 172.410 en 2022).