La Universidad CEU San Pablo coordina un proyecto de investigación sobre la leishmania promovido por Airbus Military, en el que colaboran varios de los grupos más relevantes de Brasil, la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El proyecto pretende conocer en mayor profundidad aspectos como el tratamiento y la resistencia a tratamientos en uso para la leishmaniasis. El objetivo final es lograr desarrollar nuevos medicamentos contra la enfermedad, que produzcan los menores efectos secundarios posibles, pudiendo determinar además cual es el más adecuado para cada persona.
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria que afecta a unos 12 millones de personas en el mundo, la segunda con más incidencia después de la malaria, y tiene distintas manifestaciones que van desde la visceral, que produce una grave inflamación del hígado y el bazo, a la cutánea y mucosa que producen graves úlceras. La leishmaniasis sigue siendo una enfermedad de difícil diagnóstico, para la cual no existe un tratamiento totalmente eficaz y ni vacuna protectora.
Uno de los éxitos de este proyecto es el haber conseguido aunar la colaboración de grupos con una importante trayectoria investigadora en distintos campos y de distintos países, para un objetivo común. Su dimensión internacional la proporciona la colaboración entre entidades de Brasil y España con la participación de grupos como el del Prof Guillermo Orellana (UCM), especialistas en síntesis orgánica, que se encarga de sintetizar sustancias capaces de atravesar la membrana del parásito y así hacer llegar a su interior los medicamentos, el del Prof Luís Rivas (CIB-CSIC), que es un especialista en diseño y estudios del efecto de nuevos compuestos sobre el parásito, así como el Centro de Metabolómica y Bioanálisis (CEMBIO) que, junto con el grupo de parasitología, ambos de la Universidad CEU San Pablo y dirigidos por Coral Barbas y Carmen del Águila, respectivamente, ponen las más avanzadas herramientas para descubrir los cambios metabólicos producidos tanto en el parásito como en el huésped por efecto del tratamiento. Por la parte brasileña participarán un total de 10 investigadores a lo largo de los tres años del proyecto, y entre ellos existen especialistas en biología molecular de leishmania, como el grupo de la Profesora Lucile M. Floeter-Winter y la Profesora Angela K Cruz, de la Universidad de Sao Paulo.
A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años para avanzar en el conocimiento de la biología molecular del parásito, el tratamiento de la enfermedad sigue basado en el uso de los antimoniales pentavalentes, aunque cada vez con menor eficacia. La leishmania es capaz de modificar sus vías metabólicas bloqueadas por el fármaco evitando su acción, lo que unido a la toxicidad que produce en el paciente lleva a una pérdida en efectividad del tratamiento. La importancia del proyecto se centra en la necesidad de conocer los mecanismos específicos de supervivencia del parásito, lo que permitirá diseñar nuevas estrategias de lucha contra la leishmaniasis.