La sensación que nos genera vivir con
incertidumbre no es agradable. Parece que, de algún modo, el ser humano tiende
a evitar el sufrimiento o más bien todo aquello que nos genere emociones
negativas o malestar. Desde el fenómeno de evitación experiencial descrito por
Steven Hayes (1994) como la tendencia a evitar, a no ponerse en contacto con
nuestros fenómenos interiores desagradables, la incertidumbre podría ser uno de
ellos.
No es agradable sentir que no sabemos lo
que va a pasar, que no podemos planificar nuestra vida como antes, nuestro
dinero, las demandas en el trabajo, si volveremos del ERTE, cuándo podremos ver
a nuestros familiares, incluso lo más importante: nuestra salud. La situación
de pandemia COVID-19 nos ha llevado a vivir de un modo “diferente”, con
importantes cambios en nuestro día a día. El camino propuesto para gestionar de
un modo mejor esta incertidumbre puede ser la aceptación.
La profesora del Departamento de
Psicología, Cristina Velasco Vega, presenta
5 claves que pueden ayudar a aceptar de algún modo los fenómenos internos que
nos generan malestar en especial vivir con incertidumbre constante:
1. Vivir el momento presente, es decir, no mirar al
pasado, a cómo estábamos hace poco más de un año, a cómo ha cambiado la vida,
si no céntrate en el aquí y en ahora. Pregúntate: ¿qué puedo hacer hoy para ser
más feliz? No mires demasiado al futuro, pensando en el próximo año.
2. Realiza una búsqueda activa de tus propios valores. En qué
fundamentas tu vida ahora mismo y en qué áreas te gustaría crecer o cultivar.
Piensa si hay cosas que estás dejando de hacer por estar excesivamente agobiado
del futuro.
3. Los pensamientos son solo pensamientos, es
decir,muchas veces lo que pensamos
nos hace cambiar la realidad. Tú eres mucho más de lo que piensas o sientes. Es
normal sentir miedo, ansiedad, frustración en ocasiones por la situación, pero
puedes compartir esas emociones, escribirlas y sobre todo aceptar que son
normales. No eres raro por pensar o sentir de esa manera.
4. Pasa a la acción. Muchas veces entretenernos en
los pensamientos y emociones negativas no contribuye a mucho. Aunque al
principio cueste esfuerzo, cumplir cada día con las actividades propuestas y
que vayan acorde con tus valores siempre va a ayudarte a mejorar tu bienestar.
Piensa en lo que sí puedes hacer.
5. Focalízate en aquello
que para ti es seguro. Por ejemplo, puede ser el amor de tus seres queridos, amistades
valiosas, tu fe si eres creyente… Tener certezas de este tipo puede contribuir
a llevar de algún modo mejor esta incertidumbre de tiempos de pandemia que nos
ha tocado vivir.