La Universidad es una admirable invención europea que, desde sus orígenes, se ha esforzado por establecer una auténtica comunidad de personas en su seno, por crear y transmitir ciencia, por constituir un espacio abierto a la crítica y debate pacífico de ideas en su búsqueda infatigable de la verdad, por comprometerse con la solución de los problemas que acucian a la sociedad, sirviéndola pero a la vez guiándola con espíritu libre e independiente.
DECÁLOGO
1.- Porque la dignidad trascendente de la persona y el respeto que todo hombre merece por el mero hecho de serlo exigen nuestra contribución para hacerlos efectivos en el mundo actual, me comprometo a tratar a mis profesores, compañeros y demás miembros de la comunidad universitaria con respeto, observando las formas universitarias, cuidando al máximo no herir ni molestar a nadie con palabras o hechos que denoten menosprecio, y a procurar en mi actitud y presencia, tanto en la clase como fuera de ella en la Universidad, el respeto que la dignidad académica reclama de todo miembro integrante de la comunidad universitaria.
2.- Porque el abuso, la injusticia y la arbitrariedad no deben formar parte de las relaciones entre los hombres, me comprometo a hacer del servicio a los demás mi forma de actuar y a no promover en mi conducta una competitividad malsana.
3.- Porque males presentes en este mundo como las guerras, el terrorismo o los genocidios deben desaparecer definitivamente, me comprometo a renunciar a todo tipo de violencia y a buscar la solución pacífica de los conflictos que surjan.
4.- Porque ningún hombre debe sentir soledad, tristeza o marginación, me comprometo a procurar en mi entorno un clima adecuado al mejor desarrollo de las relaciones humanas, sin marginar a nadie.
5.- Porque el mal, la deslealtad y la mentira deben ser combatidos, me comprometo a que mis acciones, mis relaciones con los demás y mi estudio posean como fundamento el bien y la sinceridad y como fin la búsqueda de la verdad científica.
6.- Porque una sociedad no debe estar basada en el egoísmo, el éxito fácil o la búsqueda de la propia satisfacción y del dinero, me comprometo a trabajar con seriedad y entusiasmo y a aceptar el esfuerzo que supone todo aprendizaje.
7.- Porque todo hombre debe tener acceso a un trabajo digno que contribuya a hacer de él un ser humano pleno y feliz, me comprometo a ser fiel a mi vocación, a realizar bien mi tarea universitaria y a no olvidar la oportunidad que la vida me ha concedido de obtener una adecuada formación intelectual, a no malgastarla ni desaprovecharla, y a devolver a la sociedad el bien recibido.
8.- Porque la pobreza en el mundo debe ser combatida, me comprometo a tener presente que mis estudios y mi trabajo deben servir al bien común de la sociedad.
9.- Porque toda ciencia verdadera debe servir para hacer que los hombres sean más libres, las sociedades más justas y para proteger la vida y el entorno natural, me comprometo a estudiar buscando la razón última de las cosas y a poner mis conocimientos al servicio del progreso, la vida y la mejora de la sociedad y de la naturaleza.
10.- Porque nadie debe pensar que la vida carece de sentido, que todo lo que acontece es fruto de la casualidad, que todo es relativo o que nada importa, me comprometo a buscar y mostrar el sentido de lo que hago y a perseguir la verdad que fundamenta todo conforme a la visión del humanismo cristiano.