La Cátedra Google sobre Privacidad, Sociedad e Innovación de la Universidad CEU San Pablo ha celebrado su VI Conferencia Internacional en la que se debatió sobre “Inteligencia artificial y economía del dato: Reglamento General de Protección de Datos. Desafíos actuales y futuros”. Durante su desarrollo, se puso de manifiesto la necesidad de que el Derecho y la ética vayan de la mano de la tecnología para conseguir que los avances respeten los derechos y que las normas no supongan un freno a los indudables beneficios de la innovación.
Un total de 24 ponentes, entre ellos los principales expertos internacionales en materia de ordenadores cuánticos, inteligencia artificial, robótica, derecho y regulación de protección de datos, abordaron temas como la seguridad de las redes, el tratamiento ético de los datos personales, algoritmos y Data Ownership, máquinas inteligentes, data-driven innovation, el transhumanismo, o el RGPD, ya plenamente aplicable.
La VI Conferencia contó en esta ocasión con la participación, entre otros, de la vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Encarnación Roca Trías; el director de la División Teórica del Instituto alemán Max Planck de Óptica Cuántica y Premio Príncipe de Asturias, Juan Ignacio Cirac, y el director del Supervisor Europeo de Protección de Datos, Leonardo Cervera.
El Titular de la Cátedra Google, José Luis Piñar, destacó que el derecho está habituado a enfrentarse y superar situaciones disruptivas y que es necesario abordarlas desde el diálogo entre el Derecho, la ética y la tecnología y no construir normas que se queden obsoletas de inmediato. En este sentido, señaló que el Reglamento europeo permite que las normas se adapten a los futuros avances tecnológicos, siendo la primera vez en la historia en que se crea una norma que tiene un alcance global.
La vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Encarna Roca, planteó los desafíos que las tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial o la robótica suponen para el Derecho. Se preguntó si “estamos yendo hacia un derecho de la persona virtual”, y reflexionó sobre si “el término ‘persona humana’ ya no es una redundancia”. También se mostró partidaria de que el individuo sea informado de la lógica interna del algoritmo que decide.
Por su parte, el director de Políticas y Asuntos Públicos de Google para España y Portugal, Francisco Ruiz Antón, rechazó que los datos sean “el nuevo petróleo porque no son un bien escaso ni exclusivo ni pueden ser almacenados por un solo actor”. Resaltó que los datos en sí no tienen valor alguno si no se organizan o se interpretan y además pertenecen al usuario que tiene la decisión de compartirlos. Ruiz Antón sí enfatizó que debe haber transparencia y que es el usuario el que decide qué datos cede y qué se hace con ellos. A este respecto, señaló que los usuarios de Google, en cualquier momento, pueden ejercer la facultad de borrar todos sus datos. También defendió que “es fundamental que la regulación sepa mantener el equilibrio entre derecho, privacidad y desarrollo de nuevas tecnologías”. Por su parte, María Álvarez Caro, Manager de Políticas y Asuntos Públicos de Google para España y Portugal afirmó, en referencia a los principios o marco ético de la inteligencia artificial, que es necesario que los desarrollos de la IA tengan un impacto social positivo, aplicándose allí donde claramente los beneficios superan a los riesgos"
Juan Ignacio Cirac explicó que el ordenador cuántico -que permite crear nuevos algoritmos- revolucionará el mundo de la información y tendrá un gran impacto en todos los sectores de la sociedad, así como en la seguridad de las redes y en la protección de los datos. A este respecto, señaló que estos ordenadores están dotados de mecanismos que impiden descifrar los códigos a cualquier otro ordenador cuántico, lo que los hace mucho más seguros que los actuales.
Por su parte, Leonardo Cervera, aclaró que el RGPD no pretende obstaculizar el desarrollo de las tecnologías, pero que sí deben marcarse determinadas “líneas rojas”. A este respecto, defendió que la nueva normativa europea es flexible y que es necesario ir hacia una dimensión ética involucrando a los líderes de la industria y la política”
La primera mesa redonda versó sobre “Inteligencia artificial, Robótica, Ética y Derecho” y estuvo moderada por Antonio Estella de Noriega. profesor de Derecho Administrativo, Catedrático Jean Monnet “ad personam” de Derecho de la Gobernanza Económica Europea de la Universidad Carlos III. Contó con la intervención de Alessandro Mantelero, Associate Professor of Private Law (Politecnico di Torino); Concha Monje Micharet, Investigadora del Robotics Lab de la Universidad Carlos III; Julian Kinderlerer, Emeritus Professor of Intellectual Property Law de la Universidad de Cape Town y expresidente y miembro actual del European Group on Ethics and Science in New Technologies (EGE) de la Comisión Europea, y Nuria Oliver Ramírez, directora de Data Science Research de Vodafone.
En ella, se plantearon las ventajas que tienen para el ciudadano las máquinas inteligentes y sus valores. También se puso de manifiesto que la seguridad de los datos es un valor universal y que los ciudadanos deben conocer qué decisiones se toman por ellos.
La segunda mesa abordó el tema de la “Inteligencia artificial, Derechos y Reglamento General de Protección de Datos”. Moderada por Patricia Juárez Patrón, consultora de Analistas Financieros Internacionales, la mesa contó con la participación de Emmanuel Daoud, socio de Vigo Avocats, (París); Aurélie Pols, Chief Visionary Officer, Mind Your Privacy y miembro del European Data Protection Supervisor’s Ethics Advisory Group y de Moisés Barrio Andrés, letrado del Consejo de Estado.
Durante el desarrollo de la mesa, se planteó si nuestros ordenamientos jurídicos son adecuados para regular los desafíos de la inteligencia artificial o la robótica y se afirmó que el Derecho sí tiene recursos para afrontarlos. También se expuso que la línea divisoria entre los datos personales y no personales ahora es más difícil de conocer y que, con el nuevo Reglamento, se ha dado un primer paso en el ámbito del consentimiento. Igualmente, se plantearon temas como la rendición de cuentas y la transparencia de las empresas y se reflexionó sobre cómo adaptar el derecho al transhumanismo o sobre cómo se pueden evaluar correctamente los valores.
La tercera mesa redonda, que trató sobre “Inteligencia artificial, Algoritmos y Data Ownership” estuvo moderada por Mercedes Fuertes López, catedrática de Derecho Administrativo en la Universidad de León y vocal permanente de la Comisión General de Codificación. Juan Antonio Hernández Corchete, letrado del Tribunal Constitucional y Javier Torre de Silva, letrado del Consejo de Estado, intervinieron en esta ocasión.
Los ponentes reflexionaron sobre diversas cuestiones jurídicas que plantea el tratamiento de los datos. Se expuso el temor de la UE de que la incertidumbre en temas jurídicos pueda obstaculizar el desarrollo de la inteligencia artificial. Cómo encontrar un equilibrio para que las empresas puedan desarrollar los avances tecnológicos y la cuestión de cómo compatibilizar el derecho de secreto de las empresas con la transparencia que permite que las personas sepan para qué se utilizan sus datos fue uno de los focos de reflexión de los ponentes, que también debatieron sobre el Data Ownership y sobre el problema jurídico que supone la naturaleza entre la relación de los actores de la economía de los datos y la personalidad.
“Los datos no pueden ser objeto de propiedad patrimonial, pero sí deben ser protegidos”, afirmó Hernández Corchete. Por otro lado, según el letrado del Tribunal Constitucional, “el núcleo fundamental de los datos personales está ligado al ámbito de autonomía de cada persona”. En su opinión, deben observarse los valores colectivos que supone el hecho de que los ciudadanos tengan autonomía en una serie de decisiones. Por otro lado, se señaló que la mayoría de los datos que se utilizan tienen carácter industrial y corporativo y que, por ello, estos deben protegerse adecuadamente. Para Torre de Silva, la ley de secretos empresariales protege en mayor medida los datos de carácter industrial que la de competencia desleal, de la que apuntó que “no es la idónea para protegerlos”. En cuanto a la cuestión del Data Ownership, coincidió con otros ponentes en que no pueden considerarse un bien “como el petróleo” y afirmó no augurar futuro a la práctica de pagar por la cesión de datos personales.
Representantes del mundo empresarial reflexionaron, en la última mesa redonda de la jornada, sobre “Inteligencia artificial e Innovación Data-Driven”. Moderados por Zoraida Frías Barroso, Assistant Professor de la Universidad Politécnica de Madrid, contó con la participación de Marcelo Soria-Rodríguez, vicepresidente de Data Services, BBVA Data & Analytics, José Manuel García Gavilán, Strategic Customer Director de Google Cloud y Pedro Romera, Business Developer Manager for Machine Learning, Artificial Intelligence & Big Data en Amazon Web Services, EMA.
Los ponentes explicaron la forma en que sus empresas desarrollan los sistemas de tratamiento de datos para ayudar a los ciudadanos a satisfacer sus necesidades. Coincidieron en que la responsabilidad y el consentimiento en la utilización de los datos sirven para crear nuevos productos y servicios.